No solo existe lo que vemos, también existen las cosas que no vemos como el aire o el dióxido de carbono. La materia puede estar en estado solido, por ejemplo, el hielo, en estado líquido como el agua y en estado gaseoso como el vapor, el oxígeno... Se puede producir un cambio de estado cuando se produce algún cambio en las condiciones en las que se encuentra esa materia. La densidad es el espacio que ocupa la materia. La densidad en este experimento es importante porque el dióxido de carbono, al pesar más que el oxígeno, se va a la parte baja del vaso, desplazando al oxígeno hacia arriba.
El circuito tiene que estar cerrado y tener una fuente de energía. Un objecto que tenga magnetismo tendrá un campo magnético, es decir, una distancia sobre la que sigue actuando aunque no toque a los objectos. Al estar cerca de los imanes sentimos la atracción o como se repelen. Se puede notar en las manos acercando o separando sin llegar a tocar. La aguja de la brújula está imantada y se siente atraída por el núcleo de la TIerra.
Cada color absorbe una distinta cantidad de luz, es decir, absorbe todos los colores menos el suyo. El sol nos quema la piel, por eso nos ponemos morenos. El globo se estira hasta que se rompe. En nuestro entorno tenemos energía en el sol, fuego, aire o el agua.
Lo hemos pasado genial y hemos descubierto un montón de cosas que antes no sabíamos. Aprendimos a ver la luz invisible, a romper globos con una lupa, a apagar velas sin hacer nada, a hacer una brújula casera... Pero también descubrimos que algunas veces los experimentos no salen, no funcionan bien porque no seguimos bien los pasos, no se dan las condiciones idóneas, el sol no nos acompaña u otros factores. Lo mejor es que siempre lo puedes volver a intentar. Lo mejor de esta experiencia fue explotar los globos y el de las velas. Este último fue el más impresionante pero el más divertido fue el de los globos. Nos encantaría volver a participar.